Aikido en la Educación. Aikido en la Educación, cada vez resultan más evidentes los beneficios de la práctica del Aikido en los establecimientos educacionales. Debido, principalmente, al creciente aumento de la violencia a nivel escolar. Esta se nutre desde el bombardeo de la televisión y videos juegos hasta la nula enseñanza de principios que, en algunos casos, encontramos en el hogar e incluso en el propio establecimiento educativo. Todo esto genera la aparición de conductas descontroladas (Bulling), la perdida del respeto hacia el prójimo, la delincuencia, las drogas e incluso el atentar frente a sus propias vidas. Al recibir sólamente este tipo de enseñanzas, lo más probable es que estas sean las respuestas que finalmente prevalezcan en su conducta.
Hemos notado, en base a la experiencia, que predominan dos tipos de conductas que identifican el perfil del alumno: aquellos que se manifiestan tímidamente y en los cuales se caracterizan rasgos de personalidad depresiva, propensos a la frustración y poca autoestima, por lo general el limitado trabajo corporal se traduce en torpeza, lentitud y desorientación, esto los hace colocarse en situaciones de vulnerabilidad frente a sus compañeros. Por otro lado el alumno hiperactivo de personalidad impulsiva, que cuenta con una capacidad física muy superior a sus compañeros, este alumno puede pasar fácilmente de la frustración a la rabia, suele ser maltratador y abusivo frente a los demás y generalmente se impone frente al grupo, generando un liderazgo que estimula este tipo de conductas. En la práctica del Aikido, gracias a la disciplina, el entrenamiento y el refuerzo de virtudes, cada vez que ejecutamos una técnica, situamos al alumno en un plano de respuesta contrario al aumento de la agresión. Esta busca que surja la armonización de manera fluida, sin el uso de la fuerza y el descontrol, es por esto que a cada instante estamos estimulando una nueva forma de resolución del conflictos, donde la timidez (el abusado) y el descontrol (el abusador) tienen necesariamente que trascender a un actuar intermedio, el cual por su complejidad genera interés de parte de ambos, en lograr dicho desafío. Es en este transito a la armonización cuando se incorpora la explicación oral del protocolo y etiqueta de nuestra disciplina, el cual será seguido como guía por el alumno para alcanzar este estado ideal. Es por esto que desde la actividad y plano física accedemos y contribuimos a generar en su conciencia la instauración de virtudes como el respeto, rectitud, compasión, humanidad, decencia, sinceridad entre otras, las cuales son las virtudes del Aikido. Gracias a iniciativas de colegios y municipalidades hemos implementado con gran éxito, talleres para niños 24 horas (delincuencia), riesgo social, maltrato infantil, déficit de atención, bulling, etc. donde esta disciplina ayuda colaborando en el desarrollo de nuestros niños y jóvenes.